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Un poco escuchar decir ésto a Liliana Herrero me hizo encontrar la punta del hilo que vengo recorriendo en este tiempo con el pensamiento. He pensado últimamente: ¿por qué no escribo? ¿qué me detiene? ¿por qué razones no estoy sentándome a traducir lo que siento y vivo? Y quizás sea porque no estaría alcanzando el marco de la palabra, el de las mías en realidad, para abordar las cosas que voy sintiendo, viviendo, pensando, escuchando, viendo, y palpitando. Hay días que no entiendo ciertas actitudes humanas, hay días que no quiero ver la miseria. Es decir no quiero pensarla, no quiero sentirla. Las injusticias de la realidad hay que lucharlas, se sabe, pero me he puesto a pensar cómo lucharlas. Porque el impacto que me producen, se ve que a medida que avanza mi edad avanza mi indignación, el impacto es más profundo y mi cabeza más estrecha para entenderlos.
Y entendí que mis palabras (las mías, otros lo hacen genialmente) no son suficientes para combatir las cosas que me producen rechazo, no encuentro el tiempo verbal, el espacio, la forma sintáctica, no encuentro metáforas que me gusten. A la miseria humana la vemos todos los días, desayuna con nosotros. Y aunque no se quiera, se la ve igual, porque está. Liliana Herrero dice que desde su voz la respuesta es quebrarla, "cantar mal", "mal decir". Yo me pregunto si con los poemas o la escritura pasará lo mismo.
Un poco escuchar decir ésto a Liliana Herrero me hizo encontrar la punta del hilo que vengo recorriendo en este tiempo con el pensamiento. He pensado últimamente: ¿por qué no escribo? ¿qué me detiene? ¿por qué razones no estoy sentándome a traducir lo que siento y vivo? Y quizás sea porque no estaría alcanzando el marco de la palabra, el de las mías en realidad, para abordar las cosas que voy sintiendo, viviendo, pensando, escuchando, viendo, y palpitando. Hay días que no entiendo ciertas actitudes humanas, hay días que no quiero ver la miseria. Es decir no quiero pensarla, no quiero sentirla. Las injusticias de la realidad hay que lucharlas, se sabe, pero me he puesto a pensar cómo lucharlas. Porque el impacto que me producen, se ve que a medida que avanza mi edad avanza mi indignación, el impacto es más profundo y mi cabeza más estrecha para entenderlos.
Y entendí que mis palabras (las mías, otros lo hacen genialmente) no son suficientes para combatir las cosas que me producen rechazo, no encuentro el tiempo verbal, el espacio, la forma sintáctica, no encuentro metáforas que me gusten. A la miseria humana la vemos todos los días, desayuna con nosotros. Y aunque no se quiera, se la ve igual, porque está. Liliana Herrero dice que desde su voz la respuesta es quebrarla, "cantar mal", "mal decir". Yo me pregunto si con los poemas o la escritura pasará lo mismo.
Porque cuando intento escribir sobre eso que me hace mal, no me sale, no logro la
traducción. Termino haciendo construcciones pobres, forzadas, y no me gusta.
Esa es una de las razones por las que no estoy creando nada. Estoy creando
otras cosas, en el transcurrir diario, cosas que me hacen bien. Pero con la
escritura es un momento de transición, un momento raro, que no sé bien hacia
dónde va y a la vez me genera asombro, misterio e intriga. Quizás de este
proceso nazca algo mejor.
Gracias a los que me preguntaron por qué no subía
nada al blog, y los y las que me contaron que lo revisaban seguido a ver si había
algo nuevo. Un poco me hicieron pensar y enfrentar esta otra realidad que
también existe y es la mía, la de escribir. Quizás en el fondo sí haya algunas
ideas secas dando vueltas, y sólo tenga que caer sobre ellas el agua, las
personas, otras ideas, otras voces, para regarlas y florecer de una vez.-
Esto de la insatisfacción nos va a joder la vida, dice una amiga muy sabia. Cuando decís que entendiste que tus palabras no son suficientes. Yo no creo que tus construcciones sean pobres ni forzadas. Pero viste cómo es esto. Lo que importa es lo que se siente y no tanto lo que es.
ReplyDeleteYo no escribo ficción hace mucho. Y es muy loco. Supongo que forma parte de los procesos. Será cuestión de seguir caminando!
Beso!
Qué bueno saber que somos dos! Para mi es un proceso, como "productivo" por otro lado, y que estoy segura dará sus frutos más maduros. Ya no me siento a escribir por escribir. Será el enganche cotidiano con otras cosas, la facultad, la gente, no lo sé. No tengo más que preguntas en realidad, je je. ¿Náusica? Cuando fui a tu blog tenía la sensación de que ya lo había leido antes. ¿? Nos habíamos leido?
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