Las formas, surgen...


"¡Las grandes formas, surgen!


Formas de la Democracia total, resultado de centurias,


formas que se proyectan siempre sobre otras formas,


formas de ciudades turbulentas y viriles,


formas de los amigos y de los seres hospitalarios de toda la tierra,


formas que abrazan la tierra y se unen a toda la tierra."

Walt Withman.





*Entre las más atroces calamidades (desde la ignorancia para el control, la comida para los controladores, los controladores para las multinacionales, las multinacionales para el mercado, el mercado para el consumidor registrado, hasta el consumismo para la sensación de vacío, el vacío efectivo luego del consumo, la aparente circularidad de los días, luces de neón y ofertas para la distracción, el aplacamiento verbal, la mercantilización del deseo) surgen voces, nuevas o estereotipadas, que intentan darle forma de cambio a la materia cotidiana.

Combatir a viva voz las viejas y vigentes formas, es el objetivo subjetivo e implícito. En el combate cotidiano las nuevas voces triunfan con la escritura de un poema, el rasguido un acorde, en la creación de una pincelada cromática más.

Expresar una idea, generarla, germinar una emoción en el otro, apareciendo, creando nuevas creaciones, apostando a la utopía, para mostrar la posibilidad y la REALIDAD del cambio, es la lucha continua, individual, social, y visceral que día a día, creo y espero, nos vaya contagiando a todos...


¡..BIENVENIDOS!

Uma


Sunday, November 23, 2014

Como si al amor no hubiera que reavivarlo, como si el fuego se prendiera dando un aplauso. No. El fuego requiere el arte de frotar madera, chocar partículas de minerales, sostener una lupa y atrapar rayos de sol.

El cielo está ahí, pero lo recreamos al mirarlo, lo dibujamos, lo escribimos. Hacemos algo con el cielo. A veces se llena de nubes, a veces el sol lo restablece, a veces el agua lo sumerge en su reino y los dioses bailan. A veces simplemente está. Simplemente la nube pasa. Y están quienes dicen: mirá, como pasa la nube. Y también están quienes salen corriendo a mirarla desde abajo, desde arriba, a tocarla, a sentir su piel de algodón, a jugar entre sus bordes de rulos y pliegues. Eso, treparse a la nube y no bajarse hasta no saber de qué está hecha. Abrir en dos la piedra para descubrir sus átomos. Quizás adentro de la piedra haya agua, haya aire. Palabras brotando. Nunca suponer que sólo de piedra se hace el camino. Nunca subestimar el valor del barro.

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