¿Y mis flores? Las quiero de vuelta. ¿Alguien las ha visto? Tenía una flor gris que
me tocaba oler algunas mañanas. También había rojas, pura pasión verde, y unas que
parecían globos para soltar al aire los días de mala cara. Quisiera especialmente recuperar las flores negras.
Las había arrancado de raíz, a cambio de unos plaguicidas contra lo acromático. Sólo quedó un triste agujero en la tierra. Me di cuenta, las más penosas hacían resaltar de contraste a los mejores pétalos. Algunos hablaron del infortunio de regar las plantas nubladas en el jardín.
No supe explicarles, pero sucede que soy todas esas flores, las blancas, las oscuras,
brillantes, marchitas, perennes, jóvenes o ancianas. Las necesito de vuelta, no
importa su luz o su hermosa sombra. Ellas no tienen la culpa de haber nacido
mías.
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