Las formas, surgen...


"¡Las grandes formas, surgen!


Formas de la Democracia total, resultado de centurias,


formas que se proyectan siempre sobre otras formas,


formas de ciudades turbulentas y viriles,


formas de los amigos y de los seres hospitalarios de toda la tierra,


formas que abrazan la tierra y se unen a toda la tierra."

Walt Withman.





*Entre las más atroces calamidades (desde la ignorancia para el control, la comida para los controladores, los controladores para las multinacionales, las multinacionales para el mercado, el mercado para el consumidor registrado, hasta el consumismo para la sensación de vacío, el vacío efectivo luego del consumo, la aparente circularidad de los días, luces de neón y ofertas para la distracción, el aplacamiento verbal, la mercantilización del deseo) surgen voces, nuevas o estereotipadas, que intentan darle forma de cambio a la materia cotidiana.

Combatir a viva voz las viejas y vigentes formas, es el objetivo subjetivo e implícito. En el combate cotidiano las nuevas voces triunfan con la escritura de un poema, el rasguido un acorde, en la creación de una pincelada cromática más.

Expresar una idea, generarla, germinar una emoción en el otro, apareciendo, creando nuevas creaciones, apostando a la utopía, para mostrar la posibilidad y la REALIDAD del cambio, es la lucha continua, individual, social, y visceral que día a día, creo y espero, nos vaya contagiando a todos...


¡..BIENVENIDOS!

Uma


Sunday, August 14, 2011

El otro día esperaba el colectivo en la parada de 9 de julio y córdoba, en capital. Se había formado ya una filita interesante que me hallaba como 3era en la espera. Miro en frente, para mirar algo, y perderme, mientras espero, y veo. En la rambla, al otro lado de la calle, un Hombre acostado en un colchón de dos plazas, tapado con dos mantas. Apoyaba la cabeza en la almohada, un poco torcida la cabeza. Estaba en posición fetal, hacía frío. No llegaba a verle el gesto, pasaban autos incesantemente, así que lo veía entre espacios breves. Parece que llegaron tres Personas, cercanas, familiares puedo suponer, lo vieron con naturalidad, y siguieron caminando un poco hasta rodear el colchón, y ubicarse al otro lado de la medianera. Se sentaron, y allí quedaron. Lo dejaron dormir. Eran las 20 hs.

Mientras seguía esperando el colectivo, pasó un ómnibus de la oficina de turismo, con doble piso, y turistas con máquinas de fotos. Bueno, le sacaban fotos al banco Itaú. Justo en frente. Y miraban hacia adelante. Miraban la buenos aires que fueron a ver, la que querían encontrar, allá ellos. Lo que me vino con una claridad insólita es que estamos increíblemente educados para no ver. Para caminar y no mirar. Porque si una persona camina por la calle, la calle es todo. ¿Cómo podemos fragmentar la mirada de tal forma? ¿cómo podemos dejar por fuera del borde del ojo un señor congelado durmiendo en un colchón, en plena avenida nueve de julio? Y el Hombre está ahí. Parece que nadie lo "ve", y todas las cuadras son iguales, con gente durmiendo -¿viviendo?- como él. No digo nada nuevo, ya lo sé. Pienso que entonces esta gente está desprovista de la mirada del otro. De manera que el otro -el otro peligroso, ¡el otro que nos va a atacar!- pasa a una categoría prácticamente inexistente, porque no es reconocido por otra mujer u otro hombre que pasan a su lado. ¿Puede ser que estemos triste y peligrosamente educados para no mirar y “hechos” para el disimulo? Puede ser y duele. Pero también esto merece una larga y sostenida mirada a nosotros mismos; a nuestra forma de vivir el mundo. Que es mucho más que unas llaves, una casa, y el plato sobre la mesa.

2 comments:

  1. Me gusta cuando alguien mira lo que todos vemos y toma nota del recorte que es la mirada. Se sabe: todos vemos lo mismo pero cada uno mira distinto. Y es muy cierto que vemos lo que queremos ver (y no lo que no) o dicho de otra manera... vemos por la ventana de nuestro deseo. No le pidas a un turista que por mirar al linyera no vea el obelisco. El olmo no da peras...

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