Miralos cuando caminan no dan ningún paso
y apagan la colilla del cigarro contra la vereda donde descansa Arturo
que pide para fumar pero a todos les queda el último
y no es para él que extiende su mano a pesar
de que algún calzado aplasta su fuerza
miralos cuando caminan no dan un paso
sin revisar los costados porque en la oscuridad
el peligro tiene nombre y apellido
Estoy leyendo salteado, yo, que soy uno de tus sempiternos seguidores, poca cosa nomás, mucho menos que un perseguidor. Este poemita me gustó, creo haber captado el momento, la vereda, los puchos, la inseguridad.
ReplyDeletejajaja hola paa!!
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